Capítulo 8.

Caíste a la realidad cuando dos bocinazos te aturdieron y un viejo en un Peugeot 307 te puteo algo que no alcanzaste a oír.

La canción había terminado y en su lugar, sonaba "Loca People" de Sak Noel. Ese tema te sacaba de quicio.

Cuando pudiste, pusiste un cd de Soda y más tranquila, seguiste tu rumbo.

Agarraste Av. Libertador y sorpresivamente, estaba transitable. Luego de diez minutos, doblaste a la izquierda mientras una suave ventisca rozaba tu rostro.

Amabas el verano y ese día, estaba ideal: no hacía un calor desbordante.

Cuando llegaste a lo de tu mamá, estacionaste y te permitiste respirar unos minutos. El olor de los árboles combinado con el de los jazmines en la puerta de entrada te hacía acordar a tu infancia.

Tocaste el timbre y aguardaste. Pronto Alejandra abrió la puerta y te abalanzaste a abrazarla. Ella exclamo sonriendo ¡que linda sorpresa! Sentiste como tus ojos se emocionaban.

Una vez dentro, volviste a sentir que estabas en casa.

- ¿Y la Pepi? - preguntaste haciendo referencia a tu hermana menor. Tu mamá mientras calentaba el agua en la pava.

- Se fue a la casa de Rochi hace un rato... Volverá en un par de horas.

- Una vez que vengo y esta piba no está - bromeaste y colocaste la yerba adentro del mate. Le quitaste el polvo y acomodaste la bombilla.

- Hace mucho que no venías... ¿Tiene que ver con qué no estás más con Facundo?

- ¡Hey! Si vengo es porque te extraño mucho - le reprochaste y tu madre sonrió. Te hizo una seña para que te sentaras con ella en la mesa de la cocina y empezó a cebar los mates.

- No dudo de eso, para nada. Pero convengamos que me tenías un poco tirada - añadió.

- Menos mal que me crees eh- bromeaste y acomodaste un mechón rubio tras tu oreja - y veo que estuviste hablando con Gonza...

- ¿Qué pasó? Pensé que iban bien las cosas con él...

- En realidad las cosas no iban hace un tiempo, pero como estaba enamorada lo intenté hasta donde pude... - hiciste una pausa - La verdad es que los problemas empezaron cuando nos dimos cuenta que íbamos en direcciones diferentes... Vos me conocés más que nadie, soy súper Susanita y estaba ilusionada con comprometerme para algo serio con Facundo, proyectos y demás. Pero él tenía otras ideas y eso tarde o temprano generó varios choques.

Alejandra te pasó el mate sin dejar de escucharte. Hacía mucho que necesitabas hablarlo pero no te sentías lista.

- Lo dejamos pasar y lo hicimos a un lado... Por un tiempo. Pero cuando me surgieron varias propuestas de trabajo importantes acá hace un mes y medio, él tenía que irse a Londres a hacer temporada. No sabía qué hacer. Y ahí me di cuenta de cómo mi trabajo y hasta yo misma habíamos pasado a un segundo plano. Se lo expliqué y se enojó porqué elegí por primera vez mi trabajo... Y se fue todo a la mierda, básicamente -hiciste una mueca.

- Paula, vos siempre fuiste una chica muy independiente... Esto tarde o temprano iba a pasar y lo sabés. Sólo que te costó aceptarlo mi vida.

- Parece que todos lo sabían menos yo... Muy feo que todo haya terminado así, hubiera preferido que las cosas queden de otra manera. Creo que eso es lo que peor me hizo... No me gusta pelear.

- A veces no queda otra hija. Como mamá me pone muy feliz saber que te respetás a vos misma, más allá de cualquier cosa. Y que seas una luchadora - reflexionó y vos asentiste. Te sentías aliviada y sonreíste. Te habías sacado un peso de encima.

De pronto tu celular sonó y nerviosa tomaste el blackberry con torpeza. Temías que proviniera del mismo remitente de la otra vez.


"Con club personal, tenés miles de beneficios..."


Exhalaste, recobrando la tranquilidad y cuando subiste la mirada te encontraste con la de tu madre, entre curiosa y preocupada.

- ¿Qué pasó? No será que otra vez te está mandando mensajes E...

- ¡Ni lo nombres! - Exclamaste interrumpiéndola y Alejandra arqueó sus cejas - No sé como hacés para ser tan perceptiva mami, pero sí me mandó uno el otro día... El mismo chamuyo de siempre. Hacia mucho que no aparecía...

- ¿Me imagino que no le contestaste no? Sabés como termina esto Paula...

- Ni loca, aprendí de los errores del pasado. Estoy más sabia - bromeaste y tu mamá rió con vos.

Pasaron 2 horas charlando y se hicieron las 8 de la noche sin que te des cuenta. Cuando estabas con tu vieja, la pasabas excelente. Siempre había sido así.

- ¿Te quedas cenar? Pepi y Gonza vienen.

- Obviamente, quiero una cena todos juntos- y ni loca comías la comida recalentada del delivery de ayer.

- Me vas ayudar entonces... Agarrate un delantal del cajón.

Antes de ir, tomaste tu teléfono y abriste tu mail. Ya te habías hecho desear lo suficiente.



Para: pedroalfonso9@gmail.com
Asunto: Hola extraño

“¿Que Zaira esté embarazada es una razón convincente?






Joda jajaja, pero seguro te cagaste todo. Te lo merecías, por burlarte de mí.

Parece que te gustó el nuevo apodo no? Te voy a decir así siempre, sabelo.

Ahora, no puedo dejarte pasar esto... Te dijeron muchos "oh Pepe" en tu vida? Jajajajaj

La verdad, mis poderes de convencimiento están limitados por este medio, soy pésima con los mails, las cartas, etc.

Igual, quién te dice que cuándo escuches mi dulce voz... Porque vas a tener que llamarme para arreglar qué vas a hacer para el cumple de Zaira!

Y para que sepas, me gusta la gente arriesgada... Me parece mucho más interesante.

Besos Peter

PD: Oh pepe ;) "